viernes, 5 de julio de 2019

SOPLARTE UN DIOS
Derramar tu cuerpo sobre la mesa
sobre la cama, sobre los astros
si es posible si aún están abajo
que caigas como una vela derretida
un vestido deshecho, un agua iluminada
toda blanda toda pura ya sin forma sin demora
hacerte el amor hasta que el odio pida basta
hasta la súplica hasta sus tristes canas
reiventar el amor hasta matar tu rabia
soltar en el desierto de tu espalda
un infinito panal de luciérnagas
hacer de tus piernas dos ríos lentos
por donde huye un dios sin tiempo
tocar tus manos para convertirlas
en mínimas canciones
que darán melodía a mi cuerpo
y en tu cofre de dama, legarte mi aliento
como el suspiro que un dios legó
a los felices seres de la Tierra

jueves, 4 de julio de 2019


DARSE CUENTA
Que te pierdas, que no te encuentres
que te hayas abandonado por el mundo
que no sepas dónde, cuándo, siquiera cómo
ni en qué parte, que nada haga puente con tu pasado
que el desencuentro te rompa la cara en mil pedazos
que rompa todo tu nombre, que no puedas recordar
ni tu voz ni tus manos ni la amada visión de tus ojos
que toda esta desesperación te impulse hacia el abismo
y que el abismo te impulse a saltar, entonces que saltes
que te tires -magnífica razón por la que el hombre vive-
que saltes al abismo y que te encuentres....

jueves, 3 de enero de 2019

EL AMOR DE NUESTRAS MANOS
        Nuestras manos todo el tiempo nos tocan, las he visto, se demoran en nuestras caras, acarician nuestras bocas, sutiles, minuciosas.  Lejos de darnos cuenta, sin que sepamos, besan las tazas de café, besan los cigarros, aprovechan para acariciar las páginas de un libro o los viejos árboles donde nos apoyamos. Todo el tiempo tocan, acarician, se demoran, como si supieran, si fueran conscientes, como si pudieran pensarlo: que alguna vez, a nuestro amado mundo, dejarían de tocarlo.

Prosas Poeticas