Ella fue Justina Desamor
y dicen que pasaba horas en su cuarto
vigilando tempestades de pensamientos
Que alguna vez se le animó a los parques
y quien la miraba en los ojos se estremesía
ante un enjambre de palabras encendidas
Dicen que se fue apartando de todo sin quererlo
que una voz interna le ofrecía preciosidades
y girando fue cerrando los ojos hasta bajar
y desmoronarse toda por dentro
Tenía un juego, supo decir un vecino,
le gustaba cerrar los ojos y descender
hacia un cuarto donde una niña
permanecía de rodillas
ante la brutal devoción
de antiguas heridas
Esa niña se perdió en un sótano de desafectos. Dicen que se fue apartando de todo y de todos, qué pena de niña que no supo encontrar el camino a casa.
ResponderEliminarBuen poema. Un abrazo
Debió encontrar una mano amiga que tirara de ella.
ResponderEliminarUn gusto leerte.
Un abrazo
Lastima que esa niña, no supiera encontrar el afecto necesario que le permitiera salir de ese triste cuarto.
ResponderEliminarSaludos.
Parece que se fue apagando... como tantos y tantos.
ResponderEliminarVoy a investigar por aquí.
ResponderEliminarEstá tan delicadamente escrito... que don tienes Facu.
ResponderEliminarPobre niña que ni de adulta, pudo olvidar nunca aquel maldito sótano.