DISCURSOS
Toneladas de seres humanos reunidos frente a un señor de corbata que se mantiene ante el micrófono. Todos esperan que el señor diga una palabra, el señor obedece. Dice «Pez» solamente «Pez» Cuando apenas nombra la primera letra, la letra P, una boca va asomándose desde su boca, luego siguen los ojos, la cabeza llena de escamas; la letra E, el cuerpo entero, Z; las aletas del último: y el Pez salta de sus labios, cayéndose inútil sobre las tablas del escenario. La gente aplaude enloquecida. Comprenden que nadie es capaz de desarrollar tal habilidad para el uso de las palabras.
Juan Facundo Herrador
Original. La palabra grande, humana y plácida se desencaja entre tres letras, y un cambio de una a a por una e que nos regala la paz escurridiza de un pez entre las manos.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegra que hayas vuelto a publicar.
ResponderEliminarY ese pez, que nade siempre.
Un beso
Ese es el poder de el buen orador que con solo una palabra. Enardese al publico.
ResponderEliminarMagnifico texto.
Un beso.