jueves, 8 de noviembre de 2018

EL NOMBRE QUE TUVE AYER
Escupido por una puerta, salgo
a correr por todas las calles.

Me deslizo entre inmensos edificios
huyendo con mis manos por delante,
mis manos cóncavas de mendigo
que esperan por la riqueza.

Alelado entre arengas de carteles
giro en medio de las multitudes
rumbo a nunca tendré nada

¿A dónde vas? Me pregunta un gato.

Voy a donde la perra de la fortuna
ando en apuros para darle a mi nombre
el alimento diario que su hambre exige

Para darle a tu ¡qué! -me interrumpe-
¿A tu nombre? ¿A esa cajita tonta
en donde se te fueron guardando
las mentiras del mundo?

11 comentarios:

  1. No sé de qué riqueza hablas, pero veo difícil que llegues alguna vez al nunca tendrás nada. No con la intensidad que muestran tus palabras.

    Un beso

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  2. Uf, muy bueno. Vamos, como peonzas ciegas en pos de algo que ni sabemos definir, siempre por llevar una entidad con la identidad que nos dieron

    Muy bueno. El gato sí es sabio. Un abrazo

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  3. La riqueza, ese cajita vacia de Amor, perseguida por la ambición del humano que no debería llevar ese nombre, que sólo se mueve por esas mentiras.Me imagino que te refieres a todo tipo de riqueza.
    Feliz viernes Facu

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  4. Sigue buscando riqueza pero mira dentro de ti, creo que ahí encontrarás la verdadera. Abrazuco

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  5. Respondele al gato, que esa es tu meta: buscar las verdades que el mundo te debe.
    Saludos.

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  6. Tus manos cóncavas están llenas de poesía, esa es otra riqueza que viene de un alma sensible.
    Muchos saludos, Facu.

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  7. Hola,
    Un placer encontrarte.
    Saludos desde Una Luz Más.
    www.osorniobeatriz.wordpress.com

    Abrazo.

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  8. Me encanta leerte asi de simple
    gracias

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  9. Me ha gustado mucho. Se capta perfectamente la desesperación y esa sensación de sentirse perdido. Besotes!!!

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  10. Se siente el dolor y otras aprensiones, ya sea de culpa, o de reclamo justo, la existencia nos mueve con sus hilos de absurdo. UN abrazo

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  11. Es trabajo difícil pero necesario, el vaciar todo lo que nuestro nombre lleva que en verdad no es nuestro. Luchar o conseguir lo que sea por algo que nos fue inculcado sin contar con nosotros, es vacío. La verdadera riqueza es encontrarnos a nosotros mismos y reconocernos.

    Un besazo Facu, como siempre una delicia leerte.

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